Las vacunas se emplean, con éxito, desde hace más de dos siglos, en el control de muchas enfermedades infecciosas. Pero existen enfermedades virales, como el HIV-SIDA, para las que no se cuenta con una vacuna. Sin embargo, los antivirales han sido muy exitosos en el control del SIDA. Se requiere más inversión para desarrollar nuevas drogas antivirales.