Te envío la carta de esta semana con una certeza escondida: a veces te caigo mal. Y no pasa nada. Porque hay que rascar. No mucho, no siempre.
Ayer comimos en Cádiz a dos pasos del retiro. Un guiso de pellejos de atún y recortes de mojama que Juan Liu se trajo de Barbate hasta Madrid. Menudo viaje, tete.