¿Cuántos años tardaste en pensar que, quizá, Malasaña también existía a mediodía? Hay barrios que vivimos de noche y otros que, con los años, paseamos a plena luz. En mi carta, la ciudad a deshoras.
Sandro estuvo en mis años de madrugadas al filo y está en mis mañanas tranquilas de paseo. Antes ponía la música y ahora prepara el café. Te invito a uno.