Ocho de cada diez personas ya se han rajado de sus propósitos de 2024. Tienen 50 semanas libres para seguir sin hacer nada. No se me ocurre mejor manera de explicar la banalidad que es la motivación. Pues por aquí iría la carta, vaya.
Hay comedores a los que se va por un plato concreto. Yo a Toque iba por el sando de solomillo, pero quiero confesarte una cosa: lo que más me flipa son las albóndigas. Y las guarniciones. Madre mía la patata.