La carta de esta semana es una obviedad, pero ven conmigo por si acaso: La responsabilidad individual precede al señalamiento de la culpa externa. ¿Estamos de acuerdo?
Repetimos desayuno en Berlín. Te confirmo que han pasado cinco años y las tortitas de Annelies siguen siendo lo mejor que te puede pasar un domingo por la mañana en Kreutzberg.