En mi carta de esta semana levanto acta del armisticio, porque cuando sucedió estaba Madrid vacía y creo que sólo lo vi yo: el verano se fue durante el puente y ahora está la ciudad hermosa e imbatible. Hay aquí un corolario.
Fuimos a comer pizza y nos quedamos por todo lo demás. Las alegrías que me da la harina son impagables. A mí me quitas la harina y me vuelves desdichado. Por eso fui feliz en Mola Pizza, porque comí focaccia, lasaña y unos bocatas que llaman mpustarella. Gracias César.