En la carta de esta semana citamos a Mishima para hablar de la cosecha, del esfuerzo y de las venas que, como acequias, riegan mi cuerpo. ¿He dicho cuerpo? ¿O era huerto? Bueno, ahora lo lees y me cuentas.
Subimos a El Escorial para sentarnos en el comedor desde el que mejor se ve Madrid. Vamos a Montia, claro. Callos y más callos. Los que fueron y los que serán.