Hoy en mi carta te pido que confíes en ti durante 10 minutos. Es todo lo que necesitas para superar cada día y estar cómodo. No parece mucho ¿verdad? Pues es todo lo que hace falta, 10 minutos en tierra hostil. Comemos en Cuenca. En Fuentelgato aprendemos que un plato perfecto tiene sujeto y predicado. Que lo mejor del arroz que nos comimos fue la nada. Te lo prometo.