🔊📖 CENTRO CRISTIANO Y MISIONERO ETERNIDAD
🗓️ Miércoles, 12 de Octubre del 2022
Serie: 🐋 JONÁS
Día 7 - Desesperación
📖 Y dijeron...: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás. Entonces le dijeron ellos: Decláranos ahora por qué nos ha venido este mal. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres?. (Jonás 1:7-8).
Los acontecimientos fueron densificándose, Jonás ya no estaba solo ante el capitán de la nave, ahora está en medio de la tripulación, formada por hombres robustos, con ceño fruncido y voz como de trompeta. No es el dormilón del interior de la nave, sino aquel por quien había venido el mal. El panorama es delicado para Jonás, la paloma –ese es el significado de su nombre– está en medio de los aguiluchos. La Palabra dice, tarde o temprano tu pecado te alcanzará (Números 32:23). La suerte era una práctica muy antigua entonces, y no era cuestión de arriesgar una riqueza para despojar a otro de la suya. Ante la incertidumbre era buscar la luz que necesitaban, para calmar la furia del vendaval. “La suerte pone fin a los pleitos, y decide entre los poderosos” (Proverbios 18:18). Cayó sobre el varón de Dios, quedó confrontado con la evidencia de su desobediencia.
La desesperación de la tripulación. Luego que aquellos hombres descubrieron, como sabuesos, que el culpable era Jonás, pasaron a ser fiscales de la causa y comenzaron a interrogar al acusado. El hijo de Amitai estaba en problemas. Se oye una voz áspera: ¿Qué oficio tienes? En su humillación, con un corazón acelerado, ¿habrá respondido, soy profeta, un enviado de Dios? Se oye el murmullo: ¿Estás cumpliendo tu misión entre nosotros? Otra pregunta retumba en los oídos de Jonás: ¿De dónde vienes? ¿Habrá dicho, de huir de la presencia de Dios? Tal vez no, sin embargo, esta era la respuesta en su corazón. Todos creían haber encontrado la solución, se oyen un par de preguntas más: ¿Cuál es tu tierra? ¿De qué pueblo eres? Soy hebreo. Estas preguntas son dirigidas por el mismo Señor, son directas, agudas. La cuestión era colocar a Jonás al final del camino de su rebeldía y concluir con los designios de su propia voluntad. El momento es difícil, el bombardeo era por dentro y por fuera.
Así como la tripulación que navegaba a Tarsis estaba desesperada, hoy ocurre lo mismo en este mundo, entiendo que la desesperación de la humanidad se debe al sueño y la indiferencia del cristianismo. Lleno de angustia y temores, en brava y oscura mar el hombre perdido navega, cual barco en la tempestad, olas de mal le rodean, nubes de gran pavor; el naufragio eternal le amenaza y su alma está llena de terror. En este marco: ¿Te conocen por el oficio de cristiano? ¿Anuncias las virtudes de Cristo? ¿Saben que tu ciudadanía está en el cielo, pasando los portales de la casa paterna? ¡Que no caiga sobre ti la suerte de Jonás!
Ángel Olate
🎶🎵 No me avergüenzo del Evangelio (Santiago Benavides)
