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🔊📖🐔 EL CANTO DEL GALLO

🗓️ 25/3/2023

SERIE: SÁBADOS DE CAMBIO ↪️

Título: DE VASIJA A VASIJA

Cuando Juan escribe en el capítulo 4 versículo cuatro hasta el siete la Palabra de Dios dice: “Y le era necesario pasar por Samaria. 5 Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José. 6 Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta. 7 Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.”

¡Qué importante es darnos cuenta de la necesidad que existe en las personas! Ningún judío iba por esa zona por la enemistad que había. Pero Jesús había tomado una decisión muy interesante y era necesario que pasara por aquél lugar. Él sabía que iba a encontrar un pozo lleno de agua para satisfacer la sed temporal, del caminante sediento, pero él se iba a mostrar cómo el aljibe lleno para vida eterna. Una mujer se aparece con su cántaro para llenarlo del agua del pozo. Al mediodía, con todo el calor, pero era el horario que aquellas mujeres podía salir para no ser vista de los hombres ni de la sociedad. Jesucristo vio una necesidad, no sólo de pasar por Samaria sino de encontrar personas que necesitan llenar un cántaro no de agua para calmar su sed humana en una fuente que hacía años que funcionaba, sino llenar el cántaro de su corazón vacío.

Por eso él comienza a entablar una conversación con aquella mujer ¿pecadora? Sí, por cierto, pero Jesús no hizo una referencia a su situación respecto a Dios. Él vino a buscar y salvar lo que se había perdido, y allí estaba frente a una persona con necesidad espiritual. Simplemente le dice a la mujer “dame de beber” entablando una relación.

¡Oh, cuánto ejemplo podemos sacar! De cuanta gente nosotros dejamos de hablarle porque consideramos sus pecados y no su necesidad de Dios. El Señor siempre nos mostró, con su ejemplo, que no debemos hacer acepción de personas.

¡Oh, si nosotros tuviéramos la necesidad de ir por las almas! ¡Oh si no viéramos el pecado sino el pecador condenado socialmente, perseguido por sus acciones! Más Dios hecho hombre se sentó, se tomó su tiempo y comenzó a hablar de una nueva agua la “que salta para vida eterna”.

El Señor nos muestra dónde debemos ir: al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, a los presos.

El mandato de Jesús al resucitar fue ID Y PREDICAD. Es ir a otros, al desvalido, al despreciado, al necesitado de una fuente de agua que salte para vida eterna.

Dice Juan 4.28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: ¡Tremendo! La mujer que buscaba agua deja el cántaro de satisfacción de necesidades humanas porque el cántaro de su corazón estaba lleno de agua de vida eterna. ¿Cómo quedarse callada? ¿Cómo no llevar el mensaje a aquellos que la despreciaban? Fue imposible retenerla. Porque cuando uno está lleno de Cristo busca a otros. No se puede quedar callada.

Hermano querido: no son las conferencias en un salón las que más almas llevan a los pies del Señor, sino es nuestra boca hablando al necesitado por las calles o donde se encuentre, aunque no sea un lugar preferencial.

Adrián Malla - Centro Familiar Cristiano La Rioja

🎶🎵 La calle (RESCATE)