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📖🐔🔊 EL CANTO DEL GALLO

🗓️ 1/11/2025

SERIE: SÁBADOS DE CAMBIO ↩️🐓

Título: NO TEMAS

¡El “no temas” de Dios es una de las frases más extraordinarias de la Biblia! ¡En cuántas ocasiones animó a siervos de Dios amedrentados o desanimados! Miremos un poco:

Esta frase le llegó a Abraham cuando veía desaparecer cualquier esperanza de tener un hijo (Gn.15:1). Le dio nueva esperanza a Agar cuando no podía ver cómo su hijo se moría en el desierto (Gn.21:17). Fue lo que Dios le dijo a Isaac después de perder el trabajo de cavar varios pozos a manos de los filisteos (Gn.26:24). También fue la palabra de ánimo que recibió de Dios, cuando ya de edad muy avanzada dudaba de seguir la invitación de José, su hijo, para descender a Egipto, y ser alimentado por él (Gn.46:3).

Estas palabras Moisés las repite de parte de Dios a la nueva generación del pueblo de Israel, después que sus padres murieran allí por incredulidad, y justo antes de comenzar la conquista de Canaán (Dt.1:21; 31:8).

Creo que una de las promesas más conocidas que contiene esta orden es la que había recibido Josué cuando después de la muerte del gran líder Moisés, él fue llamado a asumir el liderazgo sobre el pueblo. Todos conocemos Josué 1:9: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”. Después de sendas intervenciones de Dios con el cruce en seco del río Jordán, la conquista de Jericó, Josué prescindió de la guía de Dios para la conquista de la pequeña ciudad de Hai. Al haber pecado en medio del pueblo, la derrota fue estrepitosa. Josué se humilla y Dios le revela el pecado de Acán. Luego vuelven a avanzar sobre esta ciudad. Allí Dios le repite esta orden (Jos.8:1). Me imagino lo que habrá significado para él que Dios le repitiera esta expresión después de su fracaso. Después de la primera vez que le dice esto, Josué había visto la mano de

Dios obrar en formas tan extraordinarias, que ahora podía confiar de vuelta anticipando Su obrar. ¡Qué alivio! ¡Qué esperanza! Dios restauró lo que pasó. Si me hubiera pasado a mí, ¡hubiera levantado mis ojos emocionados al cielo con un corazón saltándome de gozo en el pecho!

Estas palabras las recibió el joven Salomón como promesa divina de parte de su padre David, cuando se encontraba frente al aparentemente insuperable desafío de reinar sobre Israel (1Cr.22:13). También el rey Ezequías fue animado por ellas cuando llegaron los emisarios del emperador de Asiria, amenazándolo y ridiculizando el poder Dios (2R.19:6; Is.37:6). Por boca de Isaías, el rey Acaz de Judá recibió esta palabra de ánimo, cuando el rey de Siria y de Israel se habían puesto de acuerdo a aterrorizar y conquistar Jerusalén.

Isaías le tenía que escribir al pueblo de Israel anticipando un futuro extraordinario de restauración y presencia divina desde los capítulos 40 al final. Ocho veces le dice “No temas” aparte de muchas expresiones más de ánimo, consuelo y promesas de que podrían contar con Su presencia (40:9; 41:10,13,14; 43:1,5; 44:2; 54:4). Lo mismo le dice Dios a Israel por boca de Jeremías (Jer.30:10; 46:27,28) como también por Joel y Sofonías (Joe.2:21; Sof.3:16) en contextos similares.

Hablando de Jeremías, Dios lo llama para la tarea de profeta que sería rechazada. Él se excusa con su juventud, pero Dios le dice “no temas” y le promete Su presencia y Su Palabra en su boca (Jer.1:8,17). Luego del desastre de la destrucción de Jerusalén y cautividad del pueblo, Jeremías llora frente a Dios, y Él le vuelve a decir “no temas” (Lam.3:57). A un Daniel, profundamente impactado y debilitado por las terribles profecías y eventos que vendrían sobre su pueblo, el Señor lo anima dos veces con las mismas palabras (Dn.10:12,19).

Esteban Beitze

🎶🎵 No temas – Canciones de Vida