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🔊📖🐔 EL CANTO DEL GALLO

🗓️ 9/11/2024

SERIE: SÁBADOS DE CAMBIO ↪️

Título: NUESTRO DIOS NO DEPENDE DE LAS CIRCUNSTANCIAS

📖 Salmo 91:1 “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente”.

Buenos días hermanos, Dios les bendiga. Quería meditar en esta mañana sobre las palabras del Salmo 91.1 El salmista nos dice, el que habita el abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.

Hace algunos años atrás, en ocasión de mi cumpleaños, recibí un regalo muy sencillo y muy significativo de parte de mi madre, quien ya está con el Señor, ella había fabricado de manera doméstica, de entrecasa, una tarjeta que era simplemente un pedazo de cartulina en forma de señalero, y tenía escrito este Salmo con la dedicatoria, feliz cumpleaños hijo, Dios te bendiga, Salmo 91.1 Pero lo que me llamó la atención es que había una ramita pegada prolijamente, sobre esta cartulina blanca, y le pregunté: qué significa esa ramita? me dice, esa ramita la arranqué para que tengas un recuerdo de la tumba de tu padre. Me llamó la atención, porque una cosa tan sencilla, tan humilde, pero tan significativa, me llevó a pensar que detrás de todo eso había un mensaje, había algo especial que yo quería descubrir, empecé a indagar en las palabras de este Salmo.

No era un buen momento de mi vida, quizás algunas cosas estaban saliendo mal, quizás algunas cosas estaban ocupando mi mente, quizás unas cuantas cosas me estaban generando preocupación, la familia, los hijos, el trabajo, cosas que por lo general ocupan nuestro pensamiento. Y meditando sobre las palabras de este Salmo al que estamos haciendo referencia en esta mañana, encuentro que curiosamente nos habla de abrigo. Y abrigo es aquello que nosotros utilizamos para poder combatir el frío, sencillamente, si queremos enfrentar el frío tenemos que estar lo suficientemente abrigados para que no nos afecte. Pero en la segunda parte nos habla de sombra, y la sombra es aquello que buscamos para poder combatir el excesivo calor, ósea que dentro del mismo versículo nos está hablando de situaciones completamente disímiles, enfrentadas, diferentes absolutamente.

Cómo combatir el frío y cómo combatir el calor. Cuando uno medita sobre esto llega a la conclusión de que Dios nos está hablando, que Él no depende de las circunstancias. La especialidad del Señor, sabemos, que es ocuparse de todas aquellas cosas que nosotros no podemos, no siempre en la vida vamos a enfrentar situaciones donde todo nos va a resultar favorable, donde vamos a tener el viento a favor, donde vamos a estar felices porque las cosas no salen como esperábamos, sino que también nos va a tocar vivir todo lo contrario. Preocupación, angustia, enfermedad, la pérdida de un ser querido, la pérdida de trabajo, la situación económica angustiante, la debilidad espiritual frente a estas situaciones. Pero hoy Dios nos quiere recordar que Él no depende de las circunstancias. Él sigue siendo siempre el mismo por los siglos de los siglos. Él jamás nos va a abandonar. Él no es como nosotros, que en nuestra naturaleza humana dependemos de las circunstancias y hay cosas que nos afectan favorablemente o desfavorablemente.

Existen cosas en nuestra vida que nos levantan o que nos tiran abajo, pero Él no depende de ninguna de esas cosas. Él siempre está con su brazo extendido para darnos las fuerzas que nosotros necesitamos para enfrentar cualquier situación, por más diferente y enfrentada que sean, ya sea en el frío, ya sea en el calor, ya sea en la salud, ya sea en la enfermedad, ya sea en la alegría, ya sea en la angustia. Él siempre está al lado nuestro brindándonos todo lo que necesitamos. Nos habla de habitación, nos habla de morada en Él tenemos refugio. Él nos brinda todo lo que es necesario para poder transitar en esta vida.

Cuando pasamos el tiempo de pandemia nos dimos cuenta que posterioridad había quedado una sociedad desgastada. Una pandemia que dejó secuelas emocionales, dejó secuelas económicas, dejó secuelas psicológicas, dejó secuelas laborales. Hay mucha gente que perdió a seres queridos. A mí me tocó perder en junio del año 2020 11 amigos en un lapso de 50 días, compañeros de trabajo la mayoría de ellos. Y uno veía cómo la muerte pasaba cerca, se los llevaba, desfilaba entre nosotros y encima estábamos encerrados. No podíamos ir a despedirlos, no podíamos dar un abrazo a su familia. Eso afectó nuestra sociedad.

Pero a pesar de eso, nosotros necesitamos aprender que Dios no depende de las circunstancias, incluso de las más extremas como esta que les mencionaba, porque justamente Él quiere darnos esa sombra y ese abrigo que necesitamos para sentirnos protegidos y amparados por Él. Confiemos en que a pesar de la adversidad el Señor está con nosotros. El mundo nos ofrece soluciones de una manera, Dios la ofrece de otra. En el ambiente popular existe un refrán que dice la adversidad tiene que servir para agudizar el ingenio. El Señor nos dice el que habita el abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Onipotente. ¿Qué contraste?

No necesitamos ingenio, necesitamos fe. Confiar en aquel que nos formó, que nos creó, que nos cuidó desde el vientre de nuestra madre, que nos regaló todas las cosas que tenemos, que nos guía cada día nuestra vida y que nos da refugio para poder enfrentar una por una las circunstancias que nos van a agudizar. Dios los bendiga.

Esteban Mirad (ICE Nazareno – Pilar – Bs As)

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