Cuando pensamos en la manera en la que Jesús ama, hay demasiados aspectos que pudiéramos tocar. Su decisión de dejar Su trono de gloria para venir a morir (Fil. 2:6-8); Su vida humilde; Su ministerio; Su trato con las personas, Sus palabras, Sus correcciones; Su sacrificio, Su resurrección, Su plan para volver y miles de cosas más nos dejan con una tarea imposible de abarcar en una sola enseñanza. Pero este conocido pasaje describe de una manera muy práctica la naturaleza del amor de Jesús.