Cuando venimos a nuestra reunión cada semana, cada uno de nosotros tiene expectativas, esperanzas, ideas sobre cómo queremos que sea este momento y este lugar para nosotros. Aquellos de nosotros con las mayores esperanzas, queremos que este sea un lugar donde encontremos familia, amor incondicional y un encuentro con Dios consistente. Para otros de nosotros que estamos menos emocionados de estar aquí, queremos marcar el servicio dominical de nuestra lista de cosas por hacer y esperamos que venir nos ayude a no ser malas personas.
