La paz inquebrantable que te espera
Piensa en cuántas veces has intentado encontrar paz en las circunstancias: esperando que una situación estresante termine, que una relación conflictiva se resuelva, o que tus problemas financieros desaparezcan. La realidad es que la paz que depende de factores externos es, por naturaleza, frágil y transitoria. Siempre habrá algo que la amenace.
Sin embargo, si reconocemos que la única paz verdadera es la de Dios, entendemos que esta no está sujeta a los caprichos del mundo. Es una paz inherente a nuestro ser, una cualidad eterna que reside en nosotros, independientemente de lo que ocurra a nuestro alrededor.
Disuelve el miedo y la ansiedad: La paz de Dios es invulnerable. Si te anclas en ella, los miedos y las ansiedades pierden su agarre, porque reconoces que son ilusiones que no pueden tocar tu verdadera esencia.
¿Cómo crees que esta perspectiva podría ayudarte a manejar mejor el estrés o la incertidumbre en tu día a día?
