Nuestro error principal es que no nos damos cuenta que estamos en el proceso correcto o incorrecto de manifestación y nos alejamos del propósito, cuando quizá nos encontramos más cerca que nunca.
Te aconsejo que trabajes. Trabaja muy fuerte y de forma intencional, trabaja en ti y en lo que te hablas, pero suelta las expectativas para que puedas rendirte ante el proceso, dejando que el resultado caiga en el lugar correcto y en el momento adecuado.