El comunicado científico de la American Heart Association resalta la necesidad de obtener más información sobre estrategias para mejorar la salud cardiovascular para las personas que están socialmente aisladas o solas, así como evidencia más sólida que muestre cómo estas experiencias afectan la salud del cerebro.
La gente socialmente aislada o sola puede tener conductas que dañan aún más la salud cardíaca y cerebral, como comer menos frutas y verduras, no realizar suficientes actividades físicas y ser demasiado sedentaria, según el comunicado. Varios estudios grandes encontraron una relación entre la soledad y una mayor posibilidad de fumar.
Según el comunicado, es probable que los factores socioambientales tengan algo que ver. Factores como el transporte, situaciones de vivienda y disconformidad con las relaciones familiares, además de la pandemia y desastres naturales, pueden contribuir a qué tan socialmente aislada o conectada esté la gente.