Según el Curso de Milagros, lo que enferma al cuerpo es la falta de amor. Cuando nos sentimos separados de Dios, nuestro Padre, nos sentimos solos y aislados. Esto nos lleva a la angustia, la tristeza y el miedo, que a su vez enferma el cuerpo. Para sanar, necesitamos recordar que somos uno con Dios y que Él nos ama incondicionalmente.