Miqueas 6:3-7 (NVI)
«Pueblo mío, ¿qué te he hecho? ¡Dime en qué te he ofendido!
4 Yo fui quien te sacó de Egipto, quien te libró de esa tierra de esclavitud.Yo envié a Moisés, Aarón y Miriam para que te dirigieran.
5 Recuerda, pueblo mío, lo que tramaba Balac, rey de Moab, y lo que le respondió Balán hijo de Beor.Recuerda tu paso desde Sitín hasta Guilgal, y reconoce las hazañas redentoras del Señor».
6 ¿Cómo podré acercarme al Señor y postrarme ante el Dios Altísimo?¿Podré presentarme con holocaustos o con becerros de un año?
7 ¿Se complacerá el Señor con miles de carneros, o con diez mil arroyos de aceite?¿Ofreceré a mi primogénito por mi delito, al fruto de mis entrañas por mi pecado?
Romanos 1:20-24 (NVI)
20 Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa.
21 A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos, y se les oscureció su insensato corazón.
22 Aunque afirmaban ser sabios, se volvieron necios 23 y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes que eran réplicas del hombre mortal, de las aves, de los cuadrúpedos y de los reptiles.
24 Por eso Dios los entregó a los malos deseos de sus corazones, que conducen a la impureza sexual, de modo que degradaron sus cuerpos los unos con los otros.
Miqueas 6:8 (NVI)
¡Él te ha mostrado, oh mortal, lo que es bueno! ¿Y qué es lo que espera de ti el Señor?:Practicar la justicia, amar la misericordia y caminar humildemente ante tu Dios.