Comenzamos el mejor mes del año (según 1/3 del panel) revisando una producción canadiense que lleva el tópico de la casa embrujada a su máxima expresión, echando mano del terror psicológico de una forma que pocas veces hemos visto, sin sobresaltos y consiguiendo que hasta los clichés tengan sentido. Un clásico tan perdido en la historia como el misterio que mueve su trama, pero que ha sido un referente para grandes realizadores del género, como G. del Toro. Veníamos vigilando a Nicolás para que no se nos desbandara con su selección de octubre... por ahora está pasando la prueba. La banda sonora, sutil, melancólica y opresiva, en esta ocasión es obra de Rick Wilkins y Kenneth Wannberg.
