Lunes 24/Abril/2023
Devocional Mi tiempo con Dios
Aguardar la obra completa
Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
Eclesiastés 3:10-11
Soy un artista. Me gusta dibujar y crear. A veces, cuando estoy dibujando, alguien mira por encima de mi hombro y sólo ve un garabato o un contorno. Y sé que eso es todo lo que se ve en ese instante, pero sigo trabajando.
La persona pregunta: «¿Qué va a ser?» Respondo: «Espera». «Creo que deberías hacerlo así…» Yo les contesto: «Ten paciencia y verás el resultado final». A todo artista le gusta mostrar su trabajo, pero cuando estoy trabajando en mis obras, sé que todavía son trabajos en curso. Cuando las termino, me alegra mostrarlas a los demás.
Tu también eres un trabajo en progreso. Dios está haciendo una obra en tu vida. Cuando se haya completado, Él te mostrará el resultado. Si aún no ha ocurrido, ten paciencia. Dios ve el final desde el principio. Nosotros no podemos ver la finalización de la obra, pero Nuestro Padre Celestial sí. Es importante recordarlo siempre.
Como dijo Dios a la nación de Israel en el exilio: «Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.» (Jeremías 29:11). En el caso de Israel, esto significaba que irían cautivos a Babilonia por un tiempo; pero al final, Dios los rescataría. Esto quiere decir, específicamente en nuestra vida diaria, que se necesita tiempo para ver las cosas. Y que cualquiera que sea la obra, será buena, porque Dios es quien la controla.
¡Que sea hecha la obra de Dios en nuestra vida y que tengamos la paciencia para aguardar el resultado final!
Señor, líbrame de la impaciencia y la angustia de querer lograr los objetivos que me propongo en mis tiempos o según mi voluntad. Que por el contrario confíe en Tus planes que son más altos y de bien, y con humildad me deje guiar por Tu mano de Padre amoroso y bondadoso que deseará y buscará siempre lo mejor para cada uno de sus hijos.
