Jueves 05/Octubre/2023
Devocional Mi tiempo con Dios
De carne y hueso
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Juan 1:14
Escuché la historia de un niño que una noche tuvo miedo de una gran tormenta. Aterrado, gritó desde su habitación: «¡Papá, estoy aterrado!». Su padre, sin querer levantarse de la cama, le gritó: «No te preocupes, hijo mío. Dios te ama y te cuidará». Hubo un momento de silencio. El chico dijo: «Sé que Dios me ama, pero ahora necesito a alguien de carne y hueso.
A veces nuestro gran y temible Dios parece casi intocable. Ahí es donde entra en juego Jesús. Era Dios en la carne, caminando entre nosotros y mostrándonos cómo es Dios. Creo que C. S. Lewis lo explicó muy bien: «El Hijo de Dios se hizo hombre para que los hombres pudieran convertirse en hijos de Dios. Dios se hizo hombre para que tú puedas convertirte en hijo de Dios. No has nacido como hijo de Dios. La Biblia dice que hay que nacer de nuevo (Juan 3:3).
Debe llegar un momento en el que te alejes de tus pecados e invites a Jesucristo a tu vida para que sea tu Salvador y Señor. ¿Lo has hecho? Jesucristo caminó entre nosotros por un corto tiempo en esta tierra, pero tú puedes caminar con Él para siempre. La elección es tuya.
Oración diaria: Señor, gracias por concederme el privilegio de poder caminar contigo cada uno de mis días. Fortalece mi corazón y mi espíritu para ser un siervo fiel que obre para Ti con la fidelidad que solo Tu mereces, de forma que sea para otros ejemplo de Tu misericordia, Tu amor y Tu grandioso cuidado por cada uno de Tus hijos.