Listen

Description

Viernes 10/Marzo/2023
Devocional Mi tiempo con Dios

Enfrentarse al miedo

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Isaías 41:10

Uno de los beneficios disponibles para nosotros como creyentes es la libertad de sentir temor. Si el miedo ha tenido poder sobre ti en el pasado, puedes liberarte de ello. Con la ayuda de Dios, puedes aprender a vencer el miedo y comenzar a experimentar la vida abundante que Dios ha planeado para ti.

Incluso cuando sentimos miedo, no tenemos que ceder a ese sentimiento. Podemos seguir adelante y actuar en lo que Dios nos está llamando a hacer, porque Dios estará con nosotros para protegernos y ayudarnos. Él nos ayudará, irá delante de nosotros para pelear la batalla en nuestro nombre y nos sacará victoriosos mientras le obedecemos.

El mensaje de «no temas porque yo estoy contigo» se expresa en toda la Biblia. Dios no quiere que tengamos miedo, porque el miedo nos impide avanzar y hacer todo lo que Él tiene planeado para nosotros. Él nos ama y quiere bendecirnos, pero el miedo trata de evitar que experimentemos lo mejor de Dios.

La mejor actitud que un cristiano puede tener hacia el miedo es esta: «¡El miedo no es de Dios, y no dejaré que controle mi vida! Me enfrentaré al miedo. No me rendiré al miedo. Cuando tenga miedo, seguiré adelante porque sé que Dios está conmigo.»

Jesús es tu Libertador. A medida que te acerques a Él, Él te librará del temor.

Oración diaria: Señor, ante Tu Misericordia, te pido la luz del entendimiento para aceptar la Voluntad Divina en cualquier circunstancia de la vida. Concédeme, Señor, la fuerza y el valor para superar mis dificultades, y ayúdame a no dejarme dominar por el miedo a lo que pueda ocurrir. Aleja de mí cualquier pensamiento de inseguridad, porque confío en tu Amor Eterno, sabiendo que presides todo y dejas que todo lo que ocurra obre para nuestro bien.

Ayúdame a encontrar el camino luminoso del futuro que Tu Bondad tiene reservado para mí, como compensación por todo el bien que hago a mis hermanos en la humanidad. Y aún frente a los errores y debilidades humanas, que siembran tanta incredulidad e inseguridad en nuestros caminos, no permitas, amado Maestro, que pierda nunca la esperanza en la victoria del bien, pues triunfará sobre el mal por toda la eternidad.