Listen

Description

Viernes 07/Julio/2023
Devocional Mi tiempo con Dios

Oración en todo tiempo

Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez.
Jonás 2:1

Después de que la tripulación arrojara a Jonás por la borda en medio de una tormenta, Dios envió una embarcación hecha a medida para Jonás. En otras palabras, trajo un pez muy grande para que se tragara al profeta pródigo.

¿Hizo esto Dios porque odiaba a Jonás? No. ¿Estaba enfadado con Jonás? De nuevo, no. Dios lo hizo porque amaba a Jonás y quería llamar su atención. Quería atraerlo hacia Sí.

Jonás sabía lo que era justo, pero huía de ello. Mientras estaba dentro del pez, clamó al Señor. Sorprendentemente, esto ocurrió cuando ya llevaba allí tres días y tres noches.

Me lo imagino allí sentado, envuelto en algas, con los peces dándole bofetadas en la cara, oliendo quién sabe a qué, con los jugos gástricos de los peces burbujeando.

Finalmente recobró el sentido y clamó al Señor. Esto nos recuerda que podemos orar en cualquier lugar y en cualquier momento. Podemos orar arrodillados. Podemos orar de pie o sentados. Y podemos orar con los ojos abiertos o cerrados.

Dios oirá tu oración en el océano y oirá tu oración cuando estés paseando, o reflexionando en casa. Dios oirá tu oración estés donde estés.

Efesios 6:18 nos dice: «Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu» Incluso cuando las cosas van mal, Dios es bueno. Entonces podemos alabarle por ello. Eso es lo que hizo Jonás. Y, por cierto, creo que fue en ese punto donde experimentó un avivamiento personal.

Quizá te sientas atrapado en varios problemas en este momento. No ves salida a tus circunstancias. Quiero que sepas esto: tu situación no es imposible. Dios puede entrar en tu vida y cambiar toda tu historia.

La ayuda de Nuestro Padre Celestial, estará siempre a una oración de distancia. Ora en todo tiempo, pues Tu Padre, esta ansioso de escucharte.

Oración diaria: Señor, gracias porque Tus oídos están prestos a escuchar el anhelo de Tus hijos en todo tiempo, y sin importar lo difícil de la circunstancia. En los momentos de prueba, Padre, en los que me traicione la duda y equivocadamente piense que no has escuchado mis súplicas, fortalece mi fe para poner mi esperanza en la grandiosa promesa de que respondes y Te preocupas por las peticiones de todo aquel que con corazón abierto y en humildad, viene a Ti, a pedir Tu ayuda, Tu guía, Tu dirección. Gracias Señor, pues tengo la confianza firme de que siempre me responderas. En El Nombre de Jesús, Amén.