Miércoles 21/Febrero/2024
Devocional Mi tiempo con Dios
Superando la aridez espiritual
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:1-2
Cuando oyes la palabra erosión, ¿qué te viene a la mente? Lo más probable es que pienses en cómo se desgastan la tierra o las rocas durante un prolongado período de tiempo. Del mismo modo, la erosión o la aridez en nuestra vida espiritual, tiende a producirse sutilmente en el transcurso de meses o años.
¿Qué causa este estancamiento y deterioro espiritual? La respuesta suele ser la conformidad con todos aquellos métodos y valores que el mundo pone frente a nuestros ojos, además del compromiso que muchas veces inconscientemente podemos hacer con el pecado. El proceso de erosión comienza en la mente, cuando dejamos que la cultura de auge en el mundo, moldee nuestros pensamientos, actitudes y deseos. Al poco tiempo, empezamos a conformarnos con el comportamiento impío que nos rodea.
¿Está tu vida espiritual donde quieres que esté? ¿Se ha debilitado gradualmente Tu fe por las presiones del mundo? ¿Dejas que las redes sociales, las opiniones de los demás y la cultura moldeen tu razonamiento, tus deseos y tus ambiciones?
Si es así, la forma de contrarrestar la erosión espiritual es volver al Señor en obediencia y dejar que las Escrituras renueven tu mente con Su verdad. A medida que aprendas a ver la vida desde la perspectiva de Dios, tus deseos y comportamientos se ajustarán a Su perfecta voluntad.
Oración:
Señor, en tiempos de aridez espiritual protégeme de mi debilidad y propensión a dejarme llevar por las tentaciones y comportamientos del mundo. En tu amor y misericordia dame la esperanza para retomar el camino hacia ti. Y concédeme también, Padre, la fortaleza para resistir las distracciones y volver a buscar tu voluntad. Renueva mi espíritu y guíame hacia la plenitud de vida que solo encuentro en ti. Amén.