Jesús habló sobre el Espíritu Santo en varias ocasiones, especialmente en el Evangelio de Juan. Aquí hay algunos de los puntos clave:
El Espíritu Santo como Consolador: En Juan 14:16-17, Jesús les dice a sus discípulos que enviará al Espíritu Santo para que los consuele y los guíe:
"Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y será en vosotros."
El Espíritu Santo como Maestro: En Juan 14:26, Jesús les dice que el Espíritu Santo les enseñará todas las cosas:
"Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho."
El Espíritu Santo como Guía a la Verdad: En Juan 16:13, Jesús dice que el Espíritu guiará a los creyentes a toda la verdad:
"Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir."
El Espíritu Santo como Fuente de Poder: En Hechos 1:8, Jesús promete que el Espíritu Santo les dará poder para ser testigos:
"Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra."
El Espíritu Santo en los Creyentes: En Juan 7:37-39, Jesús habla de la obra del Espíritu en aquellos que creen en Él:
"El que tenga sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo él del Espíritu, que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu, porque Jesús no había sido aún glorificado."
En resumen, Jesús enseñó que el Espíritu Santo sería enviado para consolar, enseñar, guiar a los creyentes hacia la verdad, y empoderarlos para ser testigos de Él en el mundo.