Lo que sembramos hoy determinará la cosecha de mañana, poner los ojos en Jesús ayudará a dar luz a gente con propósito claro y definido. El Reino de Dios debe ser edificado sobre fundamentos perennes que solo la Palabra puede dar. Sigamos, como hijo de Dios, familia, iglesia colocando nuestra mirada en Jesús y tendremos la cosecha correcta asegurada para bendecir territorios, ciudades y naciones con el poder y el mensaje de Jesucristo.