“Lo que leemos en Nehemías 1 es solo un ejemplo de sus oraciones durante aquellos cuatro meses. Es de suponer que no repetiría estas mismas palabras una y otra vez durante todo ese tiempo. Lo más probable es que sus oraciones evolucionaran a lo largo del período en el que estuvo orando, de manera muy parecida a como lo hacen las nuestras. Mientras más oramos por algo, más clara es nuestra oración. Una de las razones por las que Dios retrasa las respuestas a nuestras oraciones muchas veces, es que quiere que nosotros aclaremos nuestras necesidades y nuestros deseos.