Intis, exploramos cómo ciertos hábitos cotidianos —como tomar una bebida específica— pueden convertirse en verdaderas "muletas emocionales".
A través del caso conmovedor de una mujer que rompió en llanto al no encontrar su bebida favorita tras perder su empleo, se analiza cómo objetos aparentemente triviales pueden ofrecer consuelo en momentos de crisis.
Reflexionamos sobre nuestras propias fuentes de apoyo emocional y cómo éstas se entrelazan con la rutina diaria, abriendo una conversación sincera sobre el autocuidado, el apego y el bienestar emocional.
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