Para empezar el día
Padre de infinita ternura y amor, fuen-
te de toda vida, cada mañana, al despertar,
suplicamos tu protección divina. Nos pone-
mos bajo la poderosa intercesión, ternura,
amor y pureza de nuestra bendita Madre, tu
Hija predilecta, que la llama de amor de su
tierno e inmaculado Corazón, rompa y des-
truya en mí toda acción del maligno.