Una mujer, de unos “sesentitantos”, viuda desde hace dos
años, contrata a un “taxi boy” porque nunca, en su vida, ha tenido un orgasmo. (No
estoy hablando de nadie que conozca). Es una película con Ema Thompson y no voy
a contar más nada porque es una historia pequeña pero al guión no le sobra una
palabra. Se llama Buena suerte, Leo Grande. Está en Netflix.
Digo esto sólo. El pibe, en un momento dado, le dice que es
una mujer muy hermosa y que muchos deben querer tener sexo con ella.
– Sí, –le contesta, ella– pero son todos viejos…
Se viralizó en las redes un testimonio de una españolita veinteañera
que quería enseñar como “pararle el carro” a unos tipos “de más de 40 años”,
dice ella, que, en la vía pública, le habían dicho cosas o algo así. Joder!
La piba cuenta que se plantó, les dijo que qué les pasaba y
los tipos se “fueron al mazo”. Remata su historia diciendo que “así hay que
hacer con estos asquerosos, viejos verdes, callaos la boca, ya!”
Me parece que en Argentina ya está instalado eso de no
piropear u opinar sobre los cuerpos de nadie o, por lo menos, ya todos saben
que eso no se hace.
Ahora, pienso, qué faltaría por deconstruir?
Tengo entendido que el deseo sexual no envejece y que el
objeto del deseo es, más o menos para “todes”, el que nos dictó la naturaleza
cuando lo único que quería era que
procreáramos . Lo deseable tiene una carga instintiva muy fuerte aunque,
con lo cultural, uno decide qué, cómo, cuándo, dónde, con quién, y por qué.
La atracción por los cuerpos jóvenes no convierte a nadie en “Verde” sino en un simple humano veterano y
deseante.
“La tragedia de la
vejez no es que uno sea viejo, sino haber sido joven”; escribió Oscar Wilde.
Por otra parte, asqueroso/a sería un viejo/a que se saca los
mocos o se tira pedos delante de la gente. No el que desea.
Además, asqueroso/a es un adjetivo que siempre se llevó muy
bien con el sexo.
Ok. Opinable también, eso.
#deconstruir
#viejaverde
#viejoverde
#oscarwilde
#orgasmoalossesenta
#buenasuerteleogrande
#netflix