Escuchate ésta:
La salvación del planeta empieza por vos.
Upa.
Y la largan con una frescura…
Obvio que queremos que las cosas cambien!
Pero parece que culparte sigue siendo la tarea.
Desde chiquitos nos hicieron sentir culpables de que crucificaran a Jesús por nuestros pecados y ni sabíamos pecar.
Por mi culpa, por mi culpa , por mi grandísima culpa, rezábamos.
Y si dejabas comida en el plato te decían:
Vos sabés la cantidad de niños en el mundo que no tienen qué comer?
Y ahora, esta nueva religión que es la “ecología sin seres humanos”, también nos quiere hacer responsables.
Yo no soy culpable de la quema de bosques nativos para plantar soja, extinguiendo especies vegetales y animales y gente del lugar.
Tampoco ando derramando petróleo en los mares.
Yo no fabrico armas ni las vendo ni las uso.
Tampoco fabrico gaseosas en envases de plástico.
No cazo ballenas, no hago trabajar niños en minas de diamantes ni en ningún otro lado.
No soy de andar haciendo ensayos nucleares.
Tampoco ensancho calles ni hago autopistas ni corto árboles para hacerle espacio a los autos. (El auto, el menos ecológico de los inventos).
En los ‘80 leí un artículo en aquella revista Humboldt, de alguien que hablaba de los valores de época. En la antigüedad la fuerza, en la iluminación la inteligencia y en los tiempos modernos, la falta de escrúpulos, decía el tipo.
Parece que arrasar con todo, sin importarte nada, te hace un modelo a seguir de “progreso y emprendedurismo”. (Las dos con comillas).
Vos insistís en que todo pasa por un cambio individual?
Qué cambien ellos. Yo no fui.
Ok. Soy un integrante de la sociedad de consumo.
Probablemente quiera tenerlo todo: el reloj de James Bond, la campera de Jack Bauer y la novia de George Cloney. (Debería revisar eso).
El problema es que 8.000 millones de individuos también lo quieren todo y trabajan para eso y veo un poco complicado cambiarles ese deseo aspiracional.
Me consuela saber que viajamos en la misma nave que los “poderosos sin escrúpulos” y que, a lo mejor, un día se dan cuenta y la cortan un poquito.
De momento, junto las pilas viejas, separo la basura y cuido el agua.
Y si el planeta “estrola”, yo no fui.
#ecologia
#sociedaddeconsumo
#8000millones