La gama todo terreno de Mazda atraviesa por un importante proceso de expansión. El Mazda CX-50 es el primero en llegar, y se presenta como un nuevo SUV compacto —de talla y diseño que nos recuerda mucho al CX-5— pero eso sí, de enfoque más jovial y aventurero.
El sabor off-road se refleja desde el primer vistazo. CX-50 mantiene el ADN de la marca, pero a la vez presume líneas más toscas; reemplaza los detalles cromados por acabados negro brillante y deja una amplia superficie con plástico sin pintar para protegerse de arañazos y golpes que pudiesen suceder al momento de salir a la aventura. La carrocería estrena la opción a un color llamado Zircon Sand.
Si desde el exterior es casi idéntico a CX-5, el interior en definitiva es un borrón y cuenta nueva. El tablero apuesta por un diseño horizontal, donde las protagonistas son unas vistosas rejillas de aire acondicionado colocadas verticalmente y cuyas formas evocan la robustez de un todoterreno. También encontraremos una pantalla de generosas dimensiones, cuadro de instrumentos parcialmente digital y tapicería en piel bitono, con opción a un nuevo color llamado Terracota.
El Mazda CX-50 fue desarrollado a partir de la misma plataforma que el Mazda3 y el CX-30, por lo que compartirá la oferta de motores. Por el momento, la marca no ha entrado en detalles mecánicos, pero sí menciona que estará disponible con motor atmosférico de 2.5 litros y su variante turbo de la misma cilindrada —con potencia entre 188 y 230 caballos de fuerza, respectivamente—, ambos asociados a una caja automática de seis cambios y tracción integral. Más adelante llegarán variantes electrificadas, incluyendo una versión híbrida.
Mazda se encuentra ajustando los últimos detalles para que el CX-50 comience a fabricarse. Su producción iniciará en enero de 2022 en la nueva planta que construyó en conjunto con Toyota en Alabama, Estados Unidos. Podemos esperar su llegada a México a mediados de 2022.
