Mientras nosotras no observamos y vamos en piloto automático, ese dolor reina en nuestra vida.
Cuantas veces no has estado superbién, y de repente te ha venido un pensamiento negativo a la cabeza, te ha venido esa ansiedad, ese agobio y no has podido acabar de disfrutar porque ya estás metida en ese dolor, o ha pasado una pequeñez, algo insignificante, pero negativo, y te olvidas de todo lo positivo.
Cuánto más nos identificamos con nuestra mente, más sufrimos, el hecho de estar poniendo etiquetas constantemente, el hecho de estar juzgando constantemente, hace que no podamos estar en completo bienestar.
El estar bien, es una elección. Y no digo que sea fácil, hay que trabajar cada día en ello, tienes que trabajar cada día en ti, siempre., por estar bien.
Empecé a cambiar la mentalidad, yo elijo, y yo quiero estar bien, que me surge algún problema que puedo solventar, voy a trabajar en solucionar eso lo antes posible, porque si nosotras no somos capaces de gestionarnos a nosotras mismas, ¿Cómo vamos a relacionarnos con los demás? Me di cuenta de que tenía que empezar a entenderme.
Hay días en los que todo va superbién, tenemos motivación, tenemos disciplina, todo nos sonríe, y hay días en los que no, y hay días en los que hay malas noticias, y la vida es así y nos va a tocar soportar sufrimiento.
