Arturo es jubilado, pero se dedica a la reparación y mantenimiento de casas. Su especialidad es el trabajo en madera y en su pequeño taller aún conserva los afiches de las mujeres más hermosas de los calendarios que le han enviado. Su tez es oscura y su barba frondosa, lo cual le da un aire de moro montañero. Divorciado, solitario; él ya tiene su casa pagada y solo trabaja para entretenerse. Del libro Las Fantasías de La Virgen Pervertida Volumen 1, del capítulo EL VETERANO.