LA CIGARRA Y LA HORMIGA
El egoísta no se interesa por el interés del prójimo y rige sus actos de acuerdo a su absoluta conveniencia”.Para la persona egoísta sus cosas y sus necesidades siempre están primero. Es más, el resto ni siquiera existe. Para el egoísta es prácticamente imposible entender que hay otros con necesidades además de él. Su mirada se centra tanto en sí mismo que lo demás se borronea o desaparece.