Es sobreviviente del horror perpetrado hace dos décadas en el barrio porteño de Once. Igual que Fabiana Puebla, su compañera de la vida. Se conocieron bregando por memoria, verdad y justicia. Quieren continuar dando pelea. Tienen un hijo, Luca, de seis años, que se sumó a los cuatro previos: tres de el (una nena y dos varones mellizos) y una de ella.
"Integro de la Organización 30 de Diciembre, soy sobreviviente; pasaron 20 años; hay diferentes batallas que estamos llevando a cabo en simultáneo; buscamos momentos para venir a los barrios a conversar, abrir el diálogo; creo que como sociedad tenemos que seguir discutiendo Cromañón; no solamente porque nos haya pasado; nosotros ya lo sufrimos; no nos debe volver a ocurrir como pueblo; necesitamos generar una conciencia colectiva respecto de cuidar a las juventudes que ahora están en la calle, que ahora salen a descubrir la cultura, en este país que ejerce cada vez más represión hacia ellos".