Yo soy la resurrección y la vida
Jua 11:17 Como el pueblo de Betania estaba a unos tres kilómetros de la ciudad de Jerusalén, muchos de los judíos que vivían cerca de allí fueron a visitar a Marta y a María, para consolarlas por la muerte de su hermano. Cuando Jesús llegó a Betania, se enteró de que habían sepultado a Lázaro cuatro días antes.
Jua 11:20 Al enterarse Marta de que Jesús había llegado, salió a recibirlo, y María se quedó en la casa.
Jua 11:21 Entonces Marta le dijo a Jesús: —Señor, si tú hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
Jua 11:22 Pero a pesar de todo lo que ha pasado, Dios hará lo que tú le pidas. De eso estoy segura.
Jua 11:23 Jesús le contestó: —Tu hermano volverá a vivir.
Jua 11:24 Y Marta le dijo: —Claro que sí, cuando llegue el fin, todos los muertos volverán a vivir.
Jua 11:25 A esto Jesús respondió: —Yo soy el que da la vida y el que hace que los muertos vuelvan a vivir. Quien pone su confianza en mí, aunque muera, vivirá.
Jua 11:26 Los que todavía viven y confían en mí, nunca morirán para siempre. ¿Puedes creer esto?
Jua 11:27 Marta le respondió: —Sí, Señor. Yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, que debía venir al mundo.
Jesús llora
Jua 11:28 Después de decir esto, Marta llamó a María y le dijo en secreto: «El Maestro ha llegado, y te llama.»
Jua 11:29 María se levantó enseguida y fue a verlo.
Jua 11:30 Jesús no había llegado todavía a la casa, sino que estaba en el lugar donde Marta lo había encontrado.
Jua 11:31 Al ver que María se levantó y salió rápidamente, los judíos que estaban consolándola en su casa la siguieron. Ellos pensaban que María iba a llorar ante la tumba de su hermano.
Jua 11:32 Cuando María llegó a donde estaba Jesús, se arrodilló delante de él y le dijo: —Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
Jua 11:33 Cuando Jesús vio que María y los judíos que habían ido con ella lloraban mucho, se sintió muy triste y les tuvo compasión.
Jua 11:34 Les preguntó: —¿Dónde sepultaron a Lázaro? Ellos le dijeron: —Ven Señor; aquí está.
Jua 11:35 Jesús se puso a llorar,
Jua 11:36 y los judíos que estaban allí dijeron: «Se ve que Jesús amaba mucho a su amigo Lázaro.»
Jua 11:37 Pero otros decían: «Jesús hizo que el ciego pudiera ver. También pudo haber hecho algo para que Lázaro no muriera.»
Jesús resucita a Lázaro
Jua 11:38 Todavía con lágrimas en los ojos, Jesús se acercó a la cueva donde habían puesto el cuerpo de Lázaro, y ordenó que quitaran la piedra que cubría la entrada. Pero Marta le dijo: —Señor, hace cuatro días que murió Lázaro. Seguramente ya huele mal.
Jua 11:40 Jesús le contestó: —¿No te dije que, si confías en mí, verás el poder de Dios?
Jua 11:41 La gente quitó la piedra de la entrada. Luego, Jesús miró al cielo y dijo: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado.
Jua 11:42 Yo sé que siempre me escuchas, pero lo digo por el bien de todos los que están aquí, para que crean que tú me enviaste.»
Jua 11:43 Después de que dijo esto, Jesús gritó: «¡Lázaro, sal de ahí!»
Jua 11:44 Lázaro salió de la cueva, totalmente envuelto en las vendas de lino con que lo habían sepultado. Su cara estaba envuelta con un pañuelo. Por eso Jesús le dijo a los que estaban allí: «Quítenle todas las vendas, y déjenlo libre.»