Ser madre
me estremece
el alma;
de vivencias
que siguen grabadas
en mi piel.
Mi mayor sueño
ha sido un reto.
He decidido ir
tras la libertad
y para eso se
necesita lealtad.
¡Siendo una madre real!
Diciéndote
que he llorado
muchas veces
por no saber que hacer.
Sin embargo,
se vuelve a sacudir mi ser.
Y en lo más profundo
renace la mujer.
Instintiva
llena de poder.
Y en mis entrañas
comienzo a gestar.
Y me pregunto:
¿Qué será?
Simplemente
allí está.
La bravura
cómo las olas
que fuertemente
azota.
Porque sí hay
que ser Brava
para ir en contra
de la corriente.
Pero lo damos
todo por un
pequeño
inocente.
Y digan lo que digan
sabes que es lo mejor,
fuera de la razón,
porque late en tu
corazón.
Por. 𝒩𝑒𝓎𝓈𝒽𝒶 ℛ𝑜𝒹𝓇𝒾𝑔𝓊𝑒𝓏 ℳ𝑜𝓃𝓉𝒶𝓁𝓋𝑜