Por allá en el siglo XVIII Don José Crispín Velarde y doña Josefa de la Mora y Torres, los dos hijos de familia de abolengo y ricos de nacimiento, eran uno de los más acaudalados matrimonios de Guadalajara, dueños de medio Chapala y parte de Michoacán.
En su mansión que se ubica actualmente en lo que hoy es el congreso del estado de Jalisco México procrearon a dos hijas y un hijo.
El día llegó en que la pareja se tornó anciana y tuvieron que rendir sus últimas cuentas al más allá, dejando toda su inmensa fortuna a sus acongojadas hijas y por supuesto…. a junior.