Audio e Edición: P. Cristovao,svd - musica: Ricardo Arjona: Un dia Para empezar: Lc 11,14-23: Quien no está conmigo está contra mí.
Encontramos un relato que presenta a un endemoniado bien caracterizado: era mudo. Este endemoniado representa a la parte del pueblo que se encontraba sometida a la institución oficial poseída por su ideología. Este endemoniado es símbolo de todos los hombres y mujeres del pueblo que se han adherido sin espíritu crítico y sin lógica de sospecha a la doctrina oficial proclamada por los letrados y doctores de la ley. La liberación del mudo desencadena un enfrentamiento abierto. El bien y la liberación que Jesús trae colocan a todos en crisis. Hasta el punto que muchos ven la acción de Jesús como inspiradas por el príncipe de los demonios. Eso suele suceder con mucha frecuencia en nuestros pueblos y en la Iglesia. Al bien lo terminamos llamando mal y viceversa. La obra realizada por Jesús fue caracterizada como maligna por los detentadores del poder. Hoy, en nuestros países, los sistemas políticos y religiosos muchas veces nos conducen a esta misma confusión. Por lo general a las peores propuestas las terminamos asumiendo como queridas por Dios y a la humanización, como propuestas malignas.