Jn 5,17-30: Como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida.
Audio y Edición: P.Cristovao,svd
Música: Fernando Leiva: Y Cuanto amor
El evangelio de hoy nos acerca, por contraste, a una realidad muy dura. Durante varios días y casi hasta el final de la cuaresma vamos a escuchar pasajes del Evangelio de Juan en que aparece la confrontación creciente entre Jesús y las autoridades judías de su tiempo. Veremos ensombrecerse de tristeza y dolor el rostro de Cristo, como en una anticipación de las horas de la pasión. Lo más bello, sin embargo, es descubrir en medio de discusiones difíciles y amargas, cómo se va revelando la estrecha relación entre el Padre y el Hijo.
En el caso de hoy, por ejemplo, Jesús muestra la potestad que ha recibido y cómo su manera de ser no es otra cosa que la presencia del ser y quehacer del Padre entre nosotros. O con otro lenguaje: con lo que es y con lo que hace Jesucristo REVELA al Padre.
Afirmaciones que no debemos dejar perder del texto de hoy: "Mi Padre no cesa nunca de trabajar; por eso yo trabajo también en todo tiempo"; "lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo"; "el Padre ama al Hijo y le manifiesta todas sus obras"; "El Padre no juzga a nadie, sino que le ha dado al Hijo todo el poder de juzgar; y quiere que todos den al Hijo el mismo honor que dan al Padre"; "así como el Padre tiene el poder de dar la vida, ha dado al Hijo ese mismo poder"; "no pretendo actuar según mi voluntad, sino que cumplo la voluntad del que me envió". ¡Hemos de hacer oración de comtemplación estas frases!
Su acción es coherente con la voluntad de Dios. Por eso es el único que nos puede revelar quién es Dios. Y si caemos en cuenta, las veces que Jesús nos dice quién y cómo es Dios, se distancia grandemente de las ideas que tenemos de Dios. Que en esta cuaresma nos adhiramos más a Jesús para llegar a comprender la voluntad de Dios y podamos confesar al Padre verdadero que Jesús nos reveló.