Mt 5,27-32: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero
Áudio: P.Juan José Paniagua - Aciprensa Música Robert León: canción para la familia Edición:P.Cristovao,svd
La vida cristiana es coherencia total entre lo que predicamos, creemos y vivimos. No se puede ser cristiano viviendo en una dicotomía entre lo que se cree y al manera como se interviene en la historia, en la vida. No podemos seguir insistiendo en una vida cristiana privada y una vida social de libertinaje y descrédito. O caminamos en la exigencia que Jesús nos coloca, o abandonemos el barco de la vida cristiana. El Evangelio nos invita a hacer creíble la experiencia de vida y obra que Jesús nos legó. Hemos de purificar el cristianismo de todos los vicios que fue asimilando. Entendamos la vida cristiana como un camino de exigencia y de radicalidad. Estamos invitados a abandonar la vida vulgar, para dar paso a una vida radical, configurada por la exigencia de Jesús. El espera de nosotros actitudes que sean testimonio fiel del amor de Dios. ¿Estamos dispuestos a vivir la vida cristiana con la seriedad que ella implica? ¿Somos conscientes de las exigencias mayores que tiene el ser seguidor de Jesús de Nazaret?