Cada vez que Dios nos quiere promover es seguro que seremos probados, a nuestro Padre le interesa saber si estamos preparados, si nuestro corazón soportará la bendición o el territorio donde seremos puestos, pero tenemos una promesa maravillosa de nuestro Dios y es que a pesar de que seamos probados en el desierto él hará fluir agua de la roca; mantengamos una actitud de fe ante las adversidades de la vida.
Deuteronomio 8:2 (RVR1960) Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.