Me propongo en ésta serie de entrenamiento financiero compartir al menos tres enseñanzas profundas para crecer en éste ámbito. En primer lugar, incorporar el concepto de que el dinero es bueno para ti, si eres una persona de buen corazón y llena del Espíritu Santo de Dios. En segundo lugar, que puedas descubrir los diversos motivos por los cuáles Dios anhela prosperarte. Y en tercer lugar, que puedas comprender que esa prosperidad divina puede ser sostenida en el tiempo con la ley de la siembra y la cosecha.
El primer y más importante de los sistemas espirituales para las riquezas es el Reino de Dios y sus principios. Innumerables personajes bíblicos amados por Dios, son muy prósperos según relatan las escrituras, pero esa prosperidad tiene una característica clara: no añade tristeza sino que es una prosperidad que trae alegría, gozo y bendición.
Por otro lado existe otro sistema espiritual de las finanzas sobre la tierra y me refiero a Mamón. Jesús lo describe como el dios de las riquezas y es una potestad que somete a las personas que tienen ciertas características: avaricia, ambición sin importar los medios, envidia, deseo incontrolado de estafar y ansiedad por tener más.
Considerando que eres una persona que ama a Dios, que eres libre de los espíritus inmundos de avaricia y de miseria y deseas servir a Dios, entonces el dinero en tus manos será muy bueno. Dios te bendiga !
