Darío ascendió al trono de Babilonia alrededor del año 539 a.C. Una de sus primeras responsabilidades fue organizar el gobierno de la ciudad. Para ello nombró a ciento veinte sátrapas y estableció tres gobernadores: Daniel fue uno.
Los sátrapas rendían cuentas a los tres gobernadores que se encargaban de los asuntos administrativos.
En aquella época, Daniel debió ser un anciano de ochenta y cinco años aproximadamente. De algún modo, Darío conoció la experiencia del anciano en el gobierno de Babilonia, supo cómo sirvió por varias décadas a Nabucodonosor, y también del don que el Dios del Cielo había dado para interpretar sueños. Darío se convenció de que un hombre con la experiencia y fidelidad demostradas por Daniel, era perfecto para supervisar la labor de todos los sátrapas e incluso de los otros dos gobernadores.
Dios había exaltado a Daniel en el nuevo gobierno, pero este reconocimiento le causó muchos problemas con los otros gobernadores y administradores.
¿Qué era lo que tanto les molestaba de Daniel que estudiaban su vida a fin de poder acusarlo ante Darío?
Pastores Juan Manuel y Nerina Curbelo
