Cuando comenzamos el mes de diciembre uno de los temas principales que surgen en las conversaciones cotidianas es sobre el estado anímico en el cual nos encontramos: “qué cansados estamos”, “no veo la hora de que termine el año”, “ya no aguantamos más, necesitamos vacaciones...etc”, frases que denotan agotamiento, cansancio, tensión, frustración y un claro deseo de hacer un párate, de “tomarnos vacaciones de situaciones” que nos rodean.
La realidad es que muchas de estas situaciones que nos generan tensión, frustración, ansiedad o decepción no se terminan con unas vacaciones, o una escapada de unos días, sino con un cambio de mentalidad que nos genere una perspectiva de vida diferente. Debemos adquirir una mirada diferente y renovada frente a situaciones que nos tensionan. Esto implica pararnos frente a la vida desde un lugar donde encaremos cada situación de manera tal que ya no nos produzca estrés, sino que en cada situación difícil podamos sacar lo mejor y aprender a canalizar correctamente aquello que nos afecta emocional y físicamente. Está comprobado que una situación de estrés repercute en lo físico con dolores de cabeza, dolores musculares, hipertensión arterial, agotamiento, cansancio, desánimo, desaliento, insomnio, depresión, problemas gastrointestinales, etc. Por lo tanto, dado que en la vida tendremos muchas situaciones que nos llevarán hasta esos momentos, necesitamos repensar el modo en que estamos encarando nuestro vivir cotidiano y el modo en que canalizamos cada situación de tensión.
Nuestro cuerpo es como una batería que se va agotando. Segregamos un químico que se llama serotonina y perdemos cada día nuestra energía. De esta manera el problema no es la falta de tiempo, sino cómo manejamos y gastamos nuestra energía y cómo generar serotonina a través de períodos de descanso.
La vida no es una carrera de 100 metros, sino una maratón, por lo tanto, debemos aprender a cuidar nuestra plataforma emocional y administrar correctamente nuestros descansos. Te invitamos a escuchar el mensaje completo. ¡¡¡¡¡Dios te Bendiga!!!!!
Pastores Juan Manuel y Nerina Curbelo.