Cada año que comienza nos ofrece una nueva oportunidad para conquistar aquellos aspectos que quedaron inconclusos el año anterior, además surgen otros desafíos y establecemos nuevas metas que con empeño, dedicación y la ayuda de Nuestro Padre finalmente alcanzaremos.
Es muy importante definir metas espirituales, personales, familiares, laborales, académicas, o de otra índole para enfocarnos y trabajar en ellas. También debemos distinguir aquellas metas relacionadas con nuestro nuevo modo de vivir, ya que durante el 2020 aprendimos, en medio de muchos cambios, a romper costumbres y a incorporar nuevos hábitos que nos permiten conectarnos de otro modo sin perder vínculos, aunque es insólito no poder compartir mates con amigos, acto tan fuerte y característico de nuestra cultura, hemos reinventado formas para pasar tiempo con nuestros seres queridos hasta superar completamente la crisis mundial provocada por covid-19.
Vivimos inmersos en una sociedad que continuamente pretende sacar a Dios del centro de nuestras vidas. Somos bombardeados por ideologías cargadas de perversión que provocan una confrontación de valores, estilos de vida y modos de interpretar la realidad. Por esta
razón necesitamos tener en claro cuáles son los principios espirituales sobre los que debemos pararnos firmes en este 2021 para establecer metas alcanzables y sobre todo contar con el respaldo de Dios sobre nuestras vidas.
Las personas que logren estar fuertemente cimentadas en el río de Dios, fortaleciendo su relación con el Espíritu Santo, con las raíces extendidas hacia la presencia de Dios, serán personas que podrán alcanzar sus metas y darán buenos frutos cada mes. Bendecirán a muchos de los que están a su alrededor a través de su propio estilo de vida, por los valores y principios practicados.
¡¡Te Invitamos a escuchar el mensaje completo, Dios te Bendiga!!
Pastores Juan Manuel y Nerina Curbelo.