Muchas veces cuando alcanzamos ciertos logros en la vida, corremos el riesgo de estancarnos. Esto ocurre porque luego de concretar aquella meta por la que nos esmeramos tanto tiempo, tendemos a conformarnos y dejamos de soñar con grandes proyectos, ya que esto conlleva un riesgo que a veces no queremos tomar. La buena noticia es que nuestro Creador y Padre Celestial, siempre está observando nuestra capacidad y desarrollo, siempre está atento a aquello en lo que podemos superarnos, y en el momento menos esperado, una situación angustiosa o una mala noticia en la vida son el detonante para que decidamos si vamos a lanzarnos por más o permaneceremos inmóviles.
Las oportunidades que Dios arroja en nuestras vidas tienen mala fachada, al comienzo parecen un desastre, es el principio del caos, sin embargo es allí donde nos ponemos los lentes de la fe y comenzamos a ver que hay esperanza. Tomando las herramientas del ayuno y la oración, entendemos que esa puerta que se nos abre de par en par, debemos traspasarla con poder.
Hay oportunidades que sólo se presentan una vez, ¿estamos preparados, sabemos qué necesitamos para alcanzar nuestros planes y aspiraciones?. ¿Cuáles son tus proyectos más importantes? ¿Estás orando lo suficiente por ellos? Es hora de desarrollarlos con métodos espirituales que sí funcionan, el ayuno y la oración te lo revelarán.
Declaramos en el nombre de Jesús que los peores problemas y situaciones de nuestras vidas y de nuestra nación, serán transformados, por el ayuno y la oración de una Iglesia que clama, en una puerta de oportunidad que nos conducirá a un nivel inimaginable y sorprendente.