No podemos ni debemos cargar con yugos toda la vida. Las situaciones injustas y los problemas sin resolver resultan agobiantes, producen cansancio y nos cargan de amargura.
Somos responsables de poner un alto a esta opresión para que el destructor de yugos rompa con todo lo que nos ha atado durante años.
No entregarnos a situaciones de opresión ni dejar que la perturbación sea algo normal en nuestra manera de vivir es una decisión.
Pertenecemos a un ministerio que desde su nombre proclama que en Jesucristo hay PLENITUD DE VIDA, por lo tanto, desarrollaremos plenitud en cada área de nuestra vida.
Cuando percibimos que no estamos en libertad o algún aspecto en nuestra vida está detenido o maldecido, es imperativo romper y dejar que Dios intervenga con poder para secar los yugos de esclavitud: yugos físicos, mentales, espirituales.
¡¡Te Invitamos a escuchar el mensaje completo, Dios te Bendiga!!
Pastores Juan Manuel y Nerina Curbelo.